miércoles, 21 de diciembre de 2011

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La gente quiere enamorarse pero yo no, porque terminan dejándome y haciéndome daño. Supongo que siempre tengo como un escudo delante que me impide creer en nadie que me diga lo guapa que estoy hoy, o lo guapa que iba ayer cuando me vio por la plaza.
Me da igual que me digan que le gusta mi sonrisa cuando yo sé que en el fondo para lo único que me quedria es para pasar un rato conmigo en cualquier rincón oscuro sin gente, para al dia siguiente decirme que no quiere compromisos con nadie. Supongo que por eso tengo este escudo delante de mi que me impide sonreir con las tonterías que me dice cualquiera. Pero un dia llega alguien, que te dice que pone la luna a tus pies, que no le gusta tu sonrisa, sino la forma en la que tienes de sonreírle a el, incluso tu manera de andar, tus pequeñas manias y ese genio que sale aveces sin darte cuenta…  que le da igual que le digas que no, que no crees en nadie, porque el va a seguir insistiendo…
Y entonces el escudo que siempre llevas, se desborda, pierde todo su valor y te quedas indefensa ante algo que nunca has querido, porque no crees en el amor… Pero no tienes miedo… el esta ahí…
Pero al final te arrepientes de aber tirado ese escudo, porque te quedas en el rincón sola, con un monton de promesas en tu cabeza… y sin encontrar el escudo que siempre te a acompañado, No pasa nada, sonríe, estas bien .. no le hagas caso al vacio que sientes al respirar, eso acabara pasándose, hasta que otro venga y te vuelva a contar las mismas tonterías…  pero no las mismas que tiene el, ni su mirada, ni su pelo, ni su cuello… ¿alguien me puede dar mi escudo porfavor? porque al final del todo… son solo promesas, días que se quedan en nada, y sonrisas que pierden todo su valor, no tengas miedo … el ya no está,  y solo quieres que vuelva, que te devuelva tu escudo, tu sonrisa ironica y … que se siente a tu lado, en el banco de siempre … o que simplemente se vaya…

No tengas miedo … el ya no está y entonces tampoco quisieras estar tu …

miércoles, 14 de diciembre de 2011

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Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa, y lo guapo que estas cuando te enfadas. Búscame cuando mires el móvil esperando una llamada que ya no llega , cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se ha apagado, cuando mis ojos ya no te pidan guerra, cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios. Búscame cuando las canciones carezcan de significado. Búscame cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora. Búscame cuando tú ego necesite que le supliquen desesperadamente cariño pero sobre todo cuando quieras suplicarlo tú.

jueves, 8 de diciembre de 2011

MM.

Es algo extraño, diferente y especial. No eres tú y no soy yo, somos nosotras. Uno más uno. Pasa el tiempo, ya van años, sino me equivoco 12 años son los que llevo compartiendo con ella todo en mi vida, todo un placer poner el plural en esa magnífica palabra. Años juntas. ¿Juntas? Sí, ''juntísimas''. Tú norte y yo sur, es cierto.
 Que pasa el tiempo, que crecemos, que cambiamos, que cometemos errores y avanzamos. Juntas, siempre juntas. Aunque las cosas cambien, las personas, el espacio, el lugar, ella esta ahí, siempre lo a estado. No se trata de congeniar con una persona mejor o peor, o de ver con quien tienes mas cosas en comun, se trata de que Marina es como mi hermana, porque lo conozco absolutamente todo de ella y ella de mi, porque desde chiquitas hemos dicho que siempre estariamos juntas, y los años van pasando y vas mirando alrededor y siempre esta ella. En ella encuentro la calma que necesito cuando realmente estoy jodida. 
Es a ella a quien me sale llamar cuando realmente pienso que no puedo seguir hacia delante, es a ella a quien mi madre adora. 
Es ella con la que he pasado momentos de locura, llanto, decepcion , alegrias, sábados locos, llanto, locura, risas, risas, risas... 
Porque se que aunque pasen los años, las cosas cambien, nos movamos para arriba o para abajo se y estoy completamente segura de ello, de que ella estara cuando la necesite. 

Porque fue Marina, es Marina y seguira siendo siempre Marina... 
No hace falta que te diga que te quiero muchisimo por que eso tu ya lo sabes de sobra.

 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

como diablos se puede quererte tan fuerte... (8)


La playa totalmente vacía, cubierta de un inmenso manto de nubes que le dan al mar un color oscuro, más frío de lo normal. Es de esperar que de un momento a otro comience a llover, pero a ella no le importa. Estaba convencida de que quería sentir el agua bajo sus pies y el sonido del mar en sus oídos. Antes de bajar a la playa se espera en la entrada, con un vestido rojo y blanco a rayas, su pelo negro y rizado enloquecido alrededor de su cara, moviendose por la fuerza del viento, cierra los ojos y respira hondo. Siente ese dulce olor a sal del que está perdidamente enamorada, y se siente satisfecha, se siente como se quería sentir, con la satisfacción de cumplir un deseo, el que lleva esperando cumplir desde invierno. Decide poner su toalla bajo una sombrilla de ésas que están clavadas en la arena todo el año, se sienta y comienza a escribir estas líneas. Otea el horizonte, la fusión entre mar y cielo, se da cuenta, está sola. Ni siquiera un tímido rayo de sol se digna a ofrecerle un rato de compañía. Entoces, comienza a llover, pequeñas gotas cubren la arena de puntos salados, y comienza a apretar, a caer lágrimas del cielo con rabia. Ahora es cuando vuelve la cabeza y el aparece  sonriendo, con las zapatillas en la mano, se acerca y se sienta bajo la sombrilla con ella, sin hablar, solamente contemplando la tormenta que se avecina, solamente contemplando la línea en la que se funden el mar y el cielo, para darse cuenta de que no está sola, de que nunca mas volverá a sentirse sola.


-Que es lo que te hizo estar aquí, ¿conmigo? ¿Porque me miraste a mi entre la multitud de gente?
-No lo se... solo se que te mire porque era algo inevitable, como respirar, sentí que tu eras para mi y yo era para ti ...