domingo, 5 de junio de 2011

cinco

Búscate a alguien que te abarque al abrazarte, y que lo haga con tal fuerza, que se te salgan las tripas por la boca. Búscate a alguien que te bese en los semáforos, y que después, quiera lanzarse contigo bajo las ruedas de un camión. Búscate a alguien que te cubra con una sábana cuando te quedes dormida, y que le tenga envidia al sueño por no dejarte ver quién eres cuando cierras los ojos. Búscate a alguien que te haga el amor cada noche y se quede abrazado a ti diciéndote lo mucho que le importas.
(...)

No busques que te inviten a copas, que te paseen en coche, que te hagan regalos, que te follen medio bien y que 

te digan cosas bonitas. Eso puede hacerlo cualquiera.




Odio a la gente, a los que hablan sin conocernos, a los que me miran, porque me asusto fácilmente. Odio a las personas que me sonríen mientras piensan en lo estúpida que podré llegar a ser, a los que me vigilan cuando dicen que no les importo. Odio a los que pasean y se chocan contra mí, a los silenciosos que no quieren decir nada, a los que hablan constantemente y no me escuchan. Odio a las personas que se avergüenzan de mí, a los que me odian, a los que me insultan. Odio a los que nos hacen daño y se sienten orgullosos. Odio a todo el mundo. Los odio. Aunque a veces....hay una cabeza que sobresale entre la multitud. 

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