Te acabas dando cuenta de que tú,
que te creías invencible,
también necesitas besos en el cuello
como el resto de los mortales,
y que a veces estás más perdida
cuando no te pierdes en nadie...
Está demostrado que las cosas buenas llegan en cualquier momento.
Está demostrado que las cosas buenas llegan en cualquier momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario