lunes, 13 de mayo de 2013

Me dijeron que para enamorarle, tenía que hacerle sonreír; pero cada vez que sonríe, me enamoro yo.

Y es que nadie me puede hablar del amor si no te conoce, si no conoce la sensación que produce cada una de tus caricias, si no se les ha pasado por la cabeza la idea de fugarse a cualquier lugar contigo cada vez que  apareces girando la esquina. No pueden hacerlo si nunca se han perdido en tus ojos para acabar encontrándose en el filo de tus labios acompañada de esa jodida sonrisa tan perfecta. Porque nadie tiene razones suficientes para decirme lo que es querer a alguien si no saben lo que es echarte de menos simplemente por estar a mas de dos centímetros de ti, si nunca han perdido el norte para acabar encontrando el sur contigo.
No pueden hablar de amor si no saben lo que es dormir escuchándote respirar, si no tienen ni puta idea de lo bonita que es tu boca cada vez que susurras un ''te quiero'.
No pueden hablar de amor si no te conocen, si no nos conocen.

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